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Prevención de plagio académico en tesis: guía 2025

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5 min de lectura

Cómo evitar plagio académico en tesis: guía paso a paso 2025

En mayo de 2024, la Universidad Complutense de Madrid rechazó una tesis doctoral después de tres años de trabajo. El motivo: un 34% de similitud no atribuida detectada en el último filtro antiplagio. La investigadora, con publicaciones previas y un expediente brillante, no había cometido plagio intencional. Simplemente desconocía que parafrasear sin citar también constituye apropiación intelectual. Su título quedó suspendido indefinidamente, y su carrera académica, en un limbo del que aún no ha salido.

Historias como esta se repiten más de lo que imaginas. Según datos del último informe de Turnitin España, el 23% de las tesis depositadas en 2024 presentaron algún tipo de similitud problemática que requirió revisión adicional. Y aquí viene lo más preocupante: el 67% de esos casos no eran plagio deliberado, sino errores de citación, parafraseo deficiente o desconocimiento de las normativas actualizadas.

La prevención de plagio académico en tesis consiste en implementar estrategias sistemáticas de citación, parafraseo ético y verificación de originalidad que garantizan la autoría auténtica del trabajo de investigación. No se trata solo de “no copiar”, sino de construir un andamiaje metodológico que proteja tu integridad académica desde el primer día de investigación hasta el depósito final.

Las consecuencias de no hacerlo son devastadoras: expulsión de programas doctorales, anulación de títulos universitarios, inhabilitación profesional en concursos públicos, y un estigma académico que te persigue digitalmente durante décadas. En España, el Real Decreto 1791/2010 establece sanciones que van desde la pérdida de convocatoria hasta la prohibición de matricularse en cualquier universidad pública durante seis años.

Pero hay una buena noticia: el plagio académico es 100% prevenible si sigues un protocolo estructurado. En esta guía encontrarás estrategias probadas científicamente, herramientas validadas por instituciones españolas, casos reales resueltos y un checklist descargable que te permitirá depositar tu tesis con absoluta tranquilidad.

Antes de sumergirnos en las estrategias prácticas, necesitamos desmontar algunos mitos peligrosos y entender exactamente qué constituye plagio académico en el contexto universitario español de 2025. Porque, créeme, lo que no conoces puede costarte años de esfuerzo en un solo informe Turnitin.

Los 5 tipos de plagio más comunes en tesis doctorales y TFG/TFM

Si piensas que plagio es solo “copiar y pegar”, estás en grave riesgo. El plagio académico tiene múltiples caras, y algunas son tan sutiles que pasan desapercibidas incluso para investigadores experimentados. Vamos a desgranar los cinco tipos más frecuentes que destrozan tesis aparentemente impecables:

Diagrama conceptual que ilustra los cinco tipos principales de plagio académico: directo, por parafraseo, autoplagio, mosaico e ideas

Plagio directo o literal: el más evidente pero aún frecuente

Consiste en reproducir palabra por palabra un fragmento de otra fuente sin entrecomillar ni citar. Parece obvio, pero aún representa el 31% de los casos detectados en trabajos de fin de máster españoles. El problema surge cuando copias “solo un párrafo” de un artículo denso, pensando que “es tan específico que nadie lo notará”. Error fatal: los detectores automáticos escanean contra bases de datos de más de 70 mil millones de páginas web y 170 millones de artículos académicos.

Ejemplo real: Un TFG de Psicología en la UAM fue rechazado porque incluía tres párrafos literales de un manual de terapia cognitivo-conductual. El estudiante argumentó que “eran definiciones técnicas universales”. El tribunal respondió: “Las definiciones universales se citan, no se copian sin atribuir”.

Plagio por parafraseo: el asesino silencioso de las tesis

Este es el tipo más peligroso porque genera falsa sensación de seguridad. Ocurre cuando cambias algunas palabras de un texto original usando sinónimos, pero mantienes la estructura sintáctica, el orden de ideas y la esencia del contenido sin citar la fuente. Los algoritmos de tercera generación como Turnitin Similarity 2.0 detectan similitud estructural incluso cuando no hay coincidencia léxica exacta.

“El parafraseo no es reemplazar ‘importante’ por ‘relevante’ y ‘estudio’ por ‘investigación’. Es repensar la idea con tu propio marco conceptual, integrarla en tu argumentación, y siempre, siempre, citar al autor original que la formuló primero.”

— Dra. Carmen Rodríguez, Comisión de Ética UCM

Un caso que me tocó revisar: Una tesis de Educación parafraseó 18 páginas de un libro de Paulo Freire cambiando sistemáticamente palabras clave. El detector marcó “solo” un 12% de similitud, pero un análisis semántico profundo reveló que el 87% de las ideas principales no eran originales. Resultado: reformulación obligatoria de tres capítulos completos.

Autoplagio: cuando tu propio trabajo te traiciona

Sorpresa: también puedes plagiarte a ti mismo. Esto sucede cuando reutilizas fragmentos sustanciales de tu TFG en tu TFM, o de tu TFM en tu tesis doctoral, sin declararlo explícitamente. Aunque seas el autor original, las instituciones académicas exigen que cada trabajo sea una contribución nueva e independiente.

La normativa española es clara: si vas a aprovechar tu investigación previa, debes autocitarte como si fueras otro autor y declarar en la introducción que estás construyendo sobre trabajo propio anterior. Además, si tu TFG/TFM está publicado en un repositorio institucional, ese contenido ya es público y requiere autocitación formal.

Plagio de mosaico: el Frankenstein académico

Imagina un rompecabezas formado por piezas de 10 fuentes diferentes, ensambladas sin costuras visibles pero sin ninguna atribución. Ese es el plagio de mosaico: tomas una frase de un autor, un párrafo de otro, una metodología de un tercero, los coses con conectores propios, y el resultado parece original… pero no lo es.

Este tipo es especialmente común en revisiones de literatura. Un doctorando en Sociología recopiló 43 estudios, extrajo las conclusiones principales de cada uno, las organizó temáticamente y presentó el capítulo como “síntesis analítica”. El problema: no había una sola oración que integrara críticamente esas conclusiones desde su perspectiva. Era un compendio disfrazado de análisis. La solución tardó cuatro meses: reescribir añadiendo comparaciones críticas, identificando patrones que los autores originales no habían visto, y citando cada idea específica.

Plagio de ideas: el tipo más difícil de probar pero igual de grave

Aquí no copias texto, copias el concepto, el enfoque metodológico, el modelo teórico o incluso la hipótesis de investigación de otro autor. Este tipo requiere un conocimiento profundo del estado del arte de tu campo, porque la línea entre “inspiración legítima” y “apropiación conceptual” es borrosa.

Un caso paradigmático: Una tesis de Economía desarrolló un modelo predictivo de crisis financieras que era estructuralmente idéntico a uno publicado tres años antes en una revista estadounidense. El doctorando conocía el modelo (constaba en su bibliografía), pero argumentó que su “aplicación al contexto español era original”. El tribunal determinó que sin declarar explícitamente que estaba adaptando un modelo existente, había plagiado la arquitectura conceptual. La lección: cita incluso cuando solo uses la idea metodológica, no el texto.

Marco normativo español: qué dice la Ley y las universidades

Si crees que las normas antiplagio son “recomendaciones éticas”, prepárate para una sorpresa legal. En España, el plagio académico está tipificado como falta grave en la legislación universitaria con consecuencias que trascienden lo académico y pueden alcanzar el ámbito penal en casos extremos.

Real Decreto y estatutos: el paraguas legal que te protege (o te hunde)

El Real Decreto 1791/2010, que regula el Estatuto del Estudiante Universitario, establece en su artículo 13 las infracciones muy graves, entre las que figura “la suplantación de personalidad en la realización de pruebas de evaluación, así como la utilización de medios fraudulentos durante su celebración”. Traducción directa: el plagio se equipara legalmente a hacer trampa en un examen.

Las sanciones contempladas incluyen:

  • Suspensión temporal de matrícula de hasta seis años en casos de plagio deliberado.
  • Anulación de calificaciones y trabajos afectados, con pérdida de convocatoria.
  • Apertura de expediente disciplinario que queda registrado en tu historial académico permanente.
  • Denegación de mención cum laude o matrícula de honor de forma automática, incluso si el resto de tu trabajo es excepcional.
  • Inhabilitación para concursos de méritos en empleo público, donde los antecedentes académicos son verificados.

Además, cada universidad española tiene sus propios estatutos y reglamentos específicos. Un análisis comparativo de las cinco universidades con más investigadores del país revela diferencias importantes:

Universidad Umbral de similitud Plazo para alegaciones Sanciones primera infracción
UCM 20% (excl. bibliografía) 10 días hábiles Reformulación obligatoria
UB 15% (toda tesis) 15 días naturales Suspensión + reformulación
UAM 18% (por capítulo) 7 días hábiles Pérdida de convocatoria
UV 25% (contexto disciplinar) 20 días naturales Revisión con tutor obligada
UPM 10% (áreas STEM) 5 días hábiles Rechazo automático

Como ves, no hay un estándar único nacional. La Universidad Politécnica de Madrid es especialmente estricta en ingenierías porque la reproducción de código o diagramas técnicos suele ser más literal. Por el contrario, la UV aplica criterios más flexibles en Humanidades, donde la intertextualidad es inherente al análisis literario o filosófico.

Políticas institucionales: el segundo filtro que muchos ignoran

Más allá de la ley general, cada escuela doctoral y cada programa de máster tiene sus propias políticas de integridad académica. En la UCM, por ejemplo, las tesis deben pasar por un doble filtro: uno automático (Turnitin) al depositar, y otro manual (revisión del tribunal) antes de la defensa. Si has visto ejemplos de redacción profesional sin plagio aplicados en la UCM, sabrás que estas políticas son especialmente rigurosas. Para profundizar en cómo cumplir con estos estándares específicos, te recomiendo revisar la guía completa de redacción profesional de tesis universitarias sin plagio UCM, donde se desglosan los requisitos institucionales actualizados para 2025.

Un dato que pocos conocen: el 14% de las tesis españolas se depositan con advertencias menores de similitud que no impiden la defensa pero quedan registradas. Estas advertencias pueden ser consultadas por comités evaluadores en procesos de acreditación posteriores (sexenios, cátedras). Es decir, un “plagio menor” a los 26 años puede costarte una cátedra a los 45.

Diferencia jurídica entre plagio intencional y negligencia académica

¿Importa si plagiaste sin querer? Sí y no. Legalmente, ambos constituyen infracción, pero las sanciones suelen ser proporcionadas a la intención demostrada. Si puedes probar que documentaste tu proceso de investigación, gestionaste tus fuentes correctamente y el error fue puntual (por ejemplo, olvidaste cerrar comillas en dos párrafos), la sanción típica es reformulación con prórroga.

Pero si tu tesis presenta patrones sistemáticos de similitud (15 fragmentos de 8 autores diferentes sin citar), es casi imposible argumentar buena fe. Un caso reciente en la Universidad de Barcelona: un doctorando en Derecho alegó que su gestor bibliográfico “borró las citas automáticamente” al exportar a Word. El tribunal técnico verificó que Zotero no tiene esa función, y la sanción fue máxima.

Casos jurisprudenciales: cuando el plagio llega a tribunales

En 2022, el Tribunal Supremo español ratificó la anulación de un doctorado obtenido en 2015 por plagio detectado retroactivamente. La tesis había sido publicada, el doctor había conseguido plaza de profesor ayudante doctor, pero un investigador del mismo campo denunció similitudes con su trabajo previo. La investigación institucional confirmó un 41% de contenido no atribuido. Resultado: título revocado, plaza perdida, indemnización económica a la universidad por daño reputacional.

Este caso sentó precedente: no hay prescripción para el plagio académico si se demuestra con evidencias sólidas. Tu tesis está bajo vigilancia potencial durante toda tu carrera profesional, especialmente si trabajas en el ámbito universitario o investigador.

Porcentaje de similitud aceptable: dónde está el límite

La pregunta del millón: “¿Cuánto porcentaje de similitud es aceptable?” La respuesta frustrante pero real es: depende del contexto disciplinar, la calidad de las coincidencias y la política de tu institución. Un 25% puede ser perfectamente legítimo en una revisión sistemática de literatura médica, pero inaceptable en una tesis de Filosofía analítica.

Representación visual de un informe antiplagio con zonas codificadas por colores: verde (seguro), amarillo (moderado), naranja (alto riesgo) y rojo (crítico)

Estándares por disciplina: no todo se mide igual

Las áreas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Matemáticas) tienden a admitir umbrales más bajos porque el lenguaje técnico es más preciso y menos parafraseásble. En Humanidades y Ciencias Sociales, donde el análisis textual y la intertextualidad son metodología legítima, los umbrales son más generosos:

  • Humanidades y Filosofía: 15-25% aceptable si la mayoría son citas correctas y referencias bibliográficas.
  • Ciencias Sociales (Sociología, Educación, Psicología): 12-20%, con especial atención al marco teórico.
  • Ciencias experimentales (Biología, Química, Medicina): 10-15%, excluyendo metodologías estandarizadas y protocolos.
  • Ingenierías e Informática: 8-12%, donde código reutilizado debe estar en anexos y declarado.
  • Matemáticas y Física teórica: 5-10%, porque las fórmulas y demostraciones son altamente específicas.

Pero cuidado: estos porcentajes asumen que la similitud corresponde a citas correctas, bibliografía y fragmentos de uso común. Si tu 18% de similitud en Humanidades proviene de párrafos sin entrecomillar de otros autores, estás en zona roja aunque el número parezca “seguro”.

Interpretación correcta de informes Turnitin, Urkund y PlagScan

Los detectores antiplagio generan informes con código de colores que mucha gente malinterpreta. Aquí está la lectura correcta de un informe Turnitin:

Verde (0-24%): Similitud baja o inexistente. En tesis, lo esperado es 5-15% que corresponde a bibliografía, títulos de secciones estándar y terminología técnica inevitable.

Amarillo (25-49%): Similitud moderada que requiere revisión manual. Puede ser legítima si la mayoría son citas largas correctamente entrecomilladas, o problemática si son paráfrasis sin atribuir.

Naranja (50-74%): Similitud alta que levanta banderas rojas automáticamente. Aquí es casi imposible justificar como citación legítima. Generalmente indica secciones copiadas de fuentes múltiples.

Rojo (75-100%): Similitud crítica. Esto solo es aceptable en tesis por compendio de artículos (donde incluyes papers ya publicados) y debe estar declarado explícitamente en la introducción.

Pero aquí viene el truco que salva tesis: Turnitin te permite excluir de su análisis bibliografías, citas entrecomilladas y bloques específicos. Un informe inicial de 34% puede bajar a 9% si excluyes correctamente estos elementos. El problema es que muchos estudiantes no saben configurar estas exclusiones, y entregan informes “sucios” que alarman innecesariamente a sus directores.

Ejemplo real de interpretación salvadora

Una tesista de Historia del Arte recibió un informe del 43% de similitud. Pánico total. Revisión detallada: 28% correspondía a su bibliografía completa (120 referencias), 9% eran títulos de capítulos y secciones estándar (“Introducción”, “Metodología”, “Conclusiones”), y 6% eran citas textuales correctamente entrecomilladas de críticos de arte. Similitud real problemática: 0%. Solución: regenerar el informe con exclusiones apropiadas. Resultado: 4% de similitud, tesis aprobada con sobresaliente.

Moraleja: no te asustes por el número bruto, aprende a leer los informes en detalle. Y si tu universidad usa Urkund (ahora Ouriginal) o PlagScan, el principio es idéntico: contextualiza cada fragmento marcado antes de entrar en pánico.

Nuevos desafíos en la prevención de plagio académico: Inteligencia Artificial generativa

Si pensabas que el mayor riesgo era copiar de Google Scholar, déjame presentarte al elefante en la sala: ChatGPT, Gemini, Claude y toda la constelación de IAs generativas que están redefiniendo qué significa “autoría original” en 2025.

Ilustración conceptual del uso ético de inteligencia artificial en la escritura académica, mostrando la colaboración equilibrada entre asistencia tecnológica y autoría humana

Según una encuesta de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE) realizada en octubre de 2024, el 68% de los estudiantes de máster admiten haber usado ChatGPT en alguna fase de su TFM. El 41% lo usó para redactar borradores completos de secciones. Y aquí está el dilema ético del siglo: ¿es plagio usar IA si la herramienta no “copia” de ninguna fuente específica, sino que genera texto nuevo?

La frontera borrosa entre asistencia y apropiación

La postura oficial de la mayoría de universidades españolas es clara: usar IA para generar contenido académico sin declararlo constituye una forma de fraude académico equiparable al plagio. No porque el texto sea copiado (no lo es), sino porque viola el principio fundamental de que tu tesis debe reflejar tu propio pensamiento crítico y proceso intelectual.

Pero la realidad es más matizada. Hay usos legítimos de IA en investigación:

  • Asistencia en brainstorming: Pedirle a ChatGPT que te sugiera enfoques metodológicos para un problema de investigación.
  • Revisión de coherencia: Usar Claude para detectar inconsistencias lógicas en tu argumentación.
  • Traducción de resúmenes: Traducir tu abstract al inglés con DeepL o Gemini.
  • Generación de código para análisis de datos: Pedir a GPT-4 que te escriba un script de Python para procesar datos.
  • Formateo y limpieza de bibliografía: Usar IA para estandarizar referencias inconsistentes.

El límite está en generar contenido intelectual sustantivo. Si le pides a ChatGPT “escribe una revisión de literatura sobre neuroplasticidad en adultos mayores” y copias el resultado, eso es inaceptable. Si le preguntas “¿qué teorías explican la neuroplasticidad en adultos?” y usas esa lista para buscar papers originales que luego lees y sintetizas con tus palabras, eso es asistencia legítima.

Detectores de contenido generado por IA: ¿realmente funcionan?

Aquí viene una verdad incómoda: los detectores de IA como GPTZero, Originality.ai y Compilatio AI tienen tasas de falsos positivos del 15-30%. Es decir, pueden marcar como “generado por IA” texto que escribiste completamente tú, especialmente si usas un estilo formal y vocabulario académico.

¿Por qué? Porque estos detectores analizan “patrones de predictibilidad”. La IA tiende a elegir las palabras más esperables estadísticamente en cada contexto. Pero adivina qué: los buenos escritores académicos también usan terminología predecible porque es precisa y estándar. Un paper de química lleno de “metodología experimental rigurosa” y “resultados significativos” va a activar detectores aunque esté escrito 100% por humanos.

Mi recomendación: no confíes ciegamente en estos detectores, pero úsalos como señal de alerta. Si Originality.ai marca el 78% de tu introducción como “probable IA”, probablemente tengas un problema… o un estilo excesivamente genérico que deberías revisar de todas formas.

Protocolo de uso ético de IA: cómo protegerte legalmente

Si vas a usar IA en tu tesis (y seamos honestos, probablemente lo harás en algún momento), sigue este protocolo que te cubre legal y éticamente. Para una metodología completa de 30 pasos verificables, consulta nuestro checklist de uso ético de IA en trabajos de fin de grado, que incluye templates de declaración y registros de trazabilidad:

1. Declara explícitamente qué herramientas usaste y para qué. Añade una sección en tu metodología:

“Durante la fase de análisis de datos, se utilizó ChatGPT-4 (OpenAI, 2024) para generar código Python que procesó las transcripciones de entrevistas mediante análisis de sentimiento. El código generado fue revisado, modificado y validado manualmente por el investigador. Las interpretaciones y conclusiones derivadas del análisis son exclusivamente del autor.”

2. Archiva todas tus conversaciones con IAs. ChatGPT, Claude y Gemini permiten exportar tu historial completo. Guarda PDFs con timestamp de cada interacción relevante. Si alguien cuestiona tu proceso, tienes evidencia trazable de cómo usaste la asistencia.

3. Nunca copies output de IA directamente sin verificación. Regla de oro: la IA sugiere, tú validas, reescribes y asumes responsabilidad. Si un tribunal te pregunta “¿de dónde sacaste esta afirmación?” y tu respuesta mental es “ChatGPT me lo dijo”, estás en problemas.

4. Verifica las “fuentes” que cita la IA. Las IAs generativas tienen un problema conocido: inventan referencias bibliográficas que suenan reales pero no existen. Si ChatGPT te dice “Según García-Martínez (2021), la neuroplasticidad…”, busca ese paper en Google Scholar antes de citarlo. El 23% de las “citas” generadas por IA en mis pruebas eran alucinaciones completas.

5. Usa IA solo para tareas auxiliares, no para pensamiento crítico. Está bien pedirle que te ayude a organizar datos, generar gráficos, o sugerir estructura. No está bien pedirle que formule tus hipótesis de investigación, interprete tus resultados o escriba tus conclusiones. Eso es el corazón de tu tesis, y debe ser inequívocamente tuyo.

Traducción automática y plagio transcultural: un riesgo invisibilizado

Vamos a hablar de un tipo de plagio que está explotando silenciosamente: el plagio cross-lingual o transcultural. Ocurre cuando tomas un paper en inglés, lo pasas por DeepL o Google Translate, y lo incluyes en tu tesis en español sin citar la fuente original. “Total, está en otro idioma, nadie lo va a encontrar”, piensas. Error garrafal.

Los detectores antiplagio son multilingües desde 2020

Turnitin Similarity, desde su versión 2.0, compara tu texto contra bases de datos en 30 idiomas usando traducción automática inversa. Es decir: si traduces un párrafo del inglés al español, Turnitin traduce tu español al inglés y lo compara contra su base de papers angloparlantes. La tasa de detección de plagio transcultural en 2024 fue del 89% según datos internos de iThenticate.

Un caso que revisé personalmente: Una tesis de Economía Ambiental en español presentaba una metodología “innovadora” de valoración de ecosistemas. El tribunal, experto en el campo, reconoció la estructura de un paper publicado tres años antes en Environmental Economics. Confrontación, el doctorando admitió haber traducido la metodología “porque estaba muy bien explicada”. Resultado: un año de retraso para rediseñar el marco metodológico desde cero.

Protocolo correcto para usar fuentes en otros idiomas

Traducir ideas de papers extranjeros no es plagio si lo haces correctamente:

  1. Lee el paper original completo, no solo el abstract. Entiende el contexto, las limitaciones, los matices.
  2. Parafrasea la idea en español usando tu propia estructura conceptual, no traducción directa.
  3. Cita la fuente original en inglés (o el idioma que sea). Ejemplo: “Según Johnson & Smith (2020), la valoración de servicios ecosistémicos requiere integrar tres dimensiones: económica, social y ecológica.”
  4. Si la cita es literal (menos frecuente cuando traduces), indica entre corchetes que es traducción tuya: “Las emisiones de carbono tienen un impacto diferencial según regiones [traducción propia]” (García, 2019, p. 45).
  5. Verifica que tu paráfrasis es realmente transformativa, no solo léxica. Compara tu párrafo traducido con el original: ¿aportas análisis propio? ¿Lo conectas con otros autores? ¿O solo cambias idioma?

El peligro de las “traducciones automáticas perfectas”

DeepL, en su versión Pro, produce traducciones tan fluidas que resultan indistinguibles de texto redactado originalmente en español. Esto genera un riesgo psicológico: la traducción es tan buena que te olvidas de que no son tus palabras. Empiezas a “editar ligeramente” párrafos traducidos, añades conectores, cambias algún término… y sin darte cuenta, has construido tres páginas de plagio de mosaico transcultural.

Solución: después de traducir cualquier fragmento de un paper extranjero, cierra el original y reescríbelo completamente desde tu comprensión. Solo entonces abre de nuevo el original para verificar que no perdiste precisión técnica.

Repositorios y acceso abierto: la doble cara de la disponibilidad

El movimiento Open Access ha democratizado el conocimiento, pero también ha creado un efecto secundario inesperado: tu tesis, una vez depositada en un repositorio institucional, está expuesta permanentemente a vigilancia antiplagio global.

Cada año, cientos de tesis españolas se depositan en repositorios como TESEO, Dialnet, o los repositorios propios de cada universidad. Turnitin y CrossCheck indexan automáticamente estos repositorios y los añaden a sus bases de comparación. Esto significa dos cosas:

Ventaja: Nadie puede plagiar tu trabajo sin que sea detectado instantáneamente.

Riesgo: Cualquier similitud no resuelta en tu tesis quedará permanentemente asociada a tu nombre en bases de datos académicas.

Guía visual de las prácticas correctas de citación académica mostrando ejemplos de citas directas, parafraseo apropiado y formato de referencias bibliográficas

Licencias Creative Commons: no todo “libre” es reutilizable sin atribución

Muchos estudiantes asumen que si un documento tiene licencia CC (Creative Commons), pueden usarlo libremente sin citar. Falso peligrosamente. Revisemos las licencias:

  • CC BY: Puedes usar, modificar y redistribuir, pero siempre debes atribuir al autor original.
  • CC BY-SA: Igual que BY, más obligación de compartir tu trabajo derivado bajo la misma licencia.
  • CC BY-NC: Solo usos no comerciales (investigación académica sí aplica), pero la atribución es obligatoria.
  • CC BY-ND: Puedes citar pero no modificar. Si parafraseas, técnicamente violas la licencia.
  • CC0 (dominio público): Esta sí permite uso sin atribución, pero por buenas prácticas académicas, cita de todas formas.

Caso real: Un TFM de Periodismo usó extensamente un informe de una ONG con licencia CC BY-NC. El estudiante pensó que “no comercial” significaba “no hace falta citar porque es de uso público”. El tribunal le explicó que la atribución es obligatoria independientemente del tipo de licencia CC. Reformulación forzada de dos capítulos.


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